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diumenge, 24 de març del 2013

"Hay tantas normalidades como personas". Jean Claude Maleval. La Contra de la Vanguardia.


Jean-Claude Maleval, psicoanalista lacaniano; profesor de Psicopatología en Rennes.

La edad me hace un psicoanalista menos apasionado, luego mejor: es más importante el paciente que tu pasión. Nací en París del 5 por ciento de profesores universitarios hijos de obrero. Dios no me lo planteo. Colaboro con la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona


Dejémoslo en técnica
Grave y contenido, al profesor Maleval, reputado lacaniano, le preocupa más lo que se dice del psicoanálisis que lo que no se dice, por eso censura mi ligereza al hablar de "subconsciente colectivo": "El psicoanálisis -puntualiza- no explica todo; ni es una filosofía ni una metafísica: sólo es una técnica". Del mismo modo, el psicoanalista se define tanto por lo que no hace (no se apasiona, ni deja que su subjetividad entorpezca la autoexploración del paciente ni se vincula a él) como por lo que hace (le estimula para que él mismo se descubra). Maleval, invitado por la Associació Catalana de Detecció Precoç, ha alcanzado notoriedad mundial por su investigación sobre el autismo.

Usted es autor de textos científicos como Lógica del delirioLocuras histéricas o Necrofilia y perversión...
...

Habrá visto de todo... ¿Qué ha visto?
Mi primera impresión al contemplar mis treinta años como psicoanalista es que somos muy diferentes...

¿Y...?
... Pero, sobre todo, vivimos en mundos diferentes. Cada uno se construye el suyo. Y he visto que el mundo insólito del otro no tiene nada que ver con el tuyo. Por eso, comunicar nuestros mundos parece una ilusión.

De ella vivimos.
Y por eso la normalidad sólo es otra ilusión. Hay tantas normalidades como personas. Freud enseñó que la normalidad sólo es una manera más de vivir aprovechando mecanismos psicopatológicos. Cada uno construye su normalidad con sus esquemas enfermos.

¿Todos somos neuróticos?
O neuróticos o psicóticos en alguna medida.

¿La psicosis más grave duele más?
No existe proporción gravedad-dolor. Hay quien sufre muchísimo con una psicosis leve y quien no sufre nada con una gravísima.

¿El dolor psicológico sirve para algo?
A veces forma parte inevitable de la curación al empujar a la creatividad. Y es exactamente lo que persigue el psicoanálisis: estimular nuestra capacidad de autoterapia.

Autoterapia: al menos es barata.
Necesitas a otra persona para incentivar esa capacidad. El psicoanalista estimula al sujeto para que halle sus propias soluciones.

¿Y al psicoanalista quién lo estimula?
Los psicoanalistas nos psicoanalizamos. En cambio, los psicólogos cognitivo-conductuales no necesitan aplicarse su propia terapia, porque curan a partir del síntoma.

¿Y los psicoanalistas cómo curan?
Ayudamos al paciente a deconstruir y reconstruir su personalidad y su existencia.

Lo dice como si fuera sencillo.
En realidad, la estructura de las personas no es tan compleja: el reto es su diversidad, y por eso Lacan repetía que "el psicoanálisis hay que redescubrirlo en cada sujeto".

Pero, cuando la enfermedad es grave, ¿mejor ir al psiquiatra a que te medique?
Yo trato a pacientes con psicosis graves aunque ya estén en tratamiento psiquiátrico.

¿Por qué van a su consulta?
Porque sienten la inquietud de conocer sus estructuras profundas y así desvelar los mecanismos que causan sus conflictos.

¿Y si tus problemas no son tan graves?
También me piden ayuda quienes simplemente sufren disfunciones de pareja.

¿No es más efectivo tomar pastillas para curarse, por ejemplo, el insomnio?
Las pastillas sólo tratan el síntoma que es el insomnio, pero no le dirán por qué a usted le cuesta dormir ni le revelarán cuál es el conflicto profundo que le quita el sueño.

Otros ven el psicoanálisis como parloteo de gente rica, aburrida y narcisista.
Es una opinión. Muchos psicoanalistas cobran en proporción a la renta del sujeto y para otros el precio es parte de la terapia.

Explíqueme su último caso.
Un bisexual con problemas de adaptación.

¿Ser bisexual es un problema?
Es un problema sólo en la medida en que él lo vive como un problema.

¿Por qué lo vive como un problema?
Porque me explica que tiene relaciones hetero y homo, pero ninguna le satisface.

¿Y usted qué piensa?
Yo no juzgo. Escucho, espero y ayudo a que cada uno encuentre sus propias respuestas. Les estimulo y ayudo a autoexplorarse.

¿Cómo?
Más que de curar una enfermedad, se trata de aprender a vivir con una condición determinada: otro paciente homosexual quería ingresar en un monasterio, pero su homosexualidad le hacía dudar de su vocación.

¿Y...?
Acabó asumiendo plenamente su condición homosexual y entonces descubrió que en realidad no quería ingresar en el convento.

¿Se puede ser "un poco" homosexual?
Digamos que nadie es enteramente homosexual o heterosexual, sino que todos somos en cierto grado ambas cosas.

¿Cómo ayuda al sujeto a descubrirse?
Trato de ayudar a que aprenda a vivir con todo aquello que, aun estando en nosotros mismos, escapa a nuestro control.

¿Un tic, una fobia, una manía...?
Son síntomas que revelarían un conflicto que sólo quien lo sufre puede llegar a descubrir con nuestra ayuda. Más que curar, podríamos precisar que ayudamos al sujeto a explorarse, saberse, aceptarse.

¿Y así mejora su existencia?
En la medida en que de ese modo aprende a convivir con lo que no controla de sí mismo.

¿Puedes mejorar sin sufrir?
El sufrimiento sólo adquiere sentido cuando te obliga a actuar; si no, es absurdo. El sufrimiento sólo es útil cuando te lleva a la transformación creativa de tus conflictos.

¿Si dejas de sufrir, pierdes creatividad?
Eso preguntan quienes se plantean psicoanalizarse. Y yo les contesto que depende de cada uno. Conocerte también puede hacerte más creativo.




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