Palabras, imágenes, canciones, emociones que nos acompañan en nuestro camino.


dimarts, 23 d’abril del 2013

Cultura para levantar el ánimo. Jordi Jarque. La Vanguardia.

A veces, una pieza musical, una película o un libro nos ayudan a levantar el ánimo si estamos alicaídos o melancólicos. Los expertos proponen unos títulos a los que siempre se puede acudir para seguir a flote
Más de uno y más de dos ha aconsejado en un momento determinado un libro o una película, incluso alguna canción, al amigo que está rabioso o triste, al que está estresado o apático. La intención es que su estado de ánimo remonte, se active, y tenga más efecto en un poco tiempo que estar charlando toda una tarde o una noche con esa persona. El libro, la película o la música pueden producir un resultado que no siempre se consigue a través de una simple conversación, un efecto para que la persona esté mejor, buscando su bienestar.
Y con permiso del propio interesado, señala Fernando Artal, psicopedagogo. “Sin una educación sobre las emociones, el individuo puede fácilmente buscar (consciente o inconscientemente) situaciones que le hagan revivir las sensaciones que desea e incluso las que aparentemente rechaza y de las que habla con dolor”. Sin una actitud predispuesta al cambio o al debate posterior, los efectos de una película, por ejemplo, pueden ser menores. Los expertos advierten que si bien es cierto que se pueden aconsejar ciertos títulos, no todos los libros, películas o músicas sirven de igual manera para todas las personas. En el caso de las músicas hay piezas que pueden producir efectos relajantes y otras invitan al frenesí rítmico. Con todo, “en musicoterapia se trabaja a partir de un historial musical personal”, asegura el psicólogo y musicoterapeuta Egoitz Urbe. En este sentido, no existen recetas musicales generalizables. “Cada persona, dependiendo de sus propias vivencias y su entorno, desarrolla cierta sensibilidad hacia diferentes músicas y canciones. Estas músicas pueden tener una carga emocional importante dependiendo del momento en el que la escucha y su propio estado emocional. Egoitz Urbe recuerda que lo que a uno le puede resultar relajante le puede provocar ansiedad a otro dependiendo de muchos factores: estado emocional, momento vital, recorrido vital... En este sentido, este experto sugiere que, independientemente de la lista que se pueda ofrecer aquí, los lectores construyan su propio botiquín musical a partir de tomar consciencia de la importancia de ciertas canciones en la vida de cada uno (véase texto adjunto). “Son precisamente estas canciones de su propio histórico musical las que podrán tener un efecto determinado en cada uno. A partir de aquí se pueden ofrecer, a modo de ejemplo, diferentes títulos de canciones relevantes para personas concretas obtenidos de sus propios historiales musicales”.
Esperanza Pérez, psicóloga y psicoanalista, también indica que si bien es cierto que en su trayectoria profesional ha aconsejado un montón de libros, advierte que la lista que aparece aquí es sólo una muestra. El abanico es inacabable y dependerá tanto de la edad del lector como de la etapa vital por la que está atravesando. También es importante conocer su personalidad, su formación, así como el objetivo perseguido cuando se aconseja dicho título”. Al igual que las canciones, puede producir efectos diferentes en distintas personas.

Por último recordar que las emociones forman parte del interior de todo ser humano. El problema no son tanto las emociones sino cómo se gestionan, como señala Mònica Lapeyra, psicóloga y experta en risoterapia. “Quiero distinguir tres tipos de enfoque en la lista que aquí se propone.
Primero, títulos que dan pautas para la gestión de las emociones.
Segundo, los que nos muestran personajes que desarrollan la emoción en cuestión, para que podamos analizar su comportamiento, actitudes, y sacar conclusiones sobre las consecuencias (quizás la obviedad pueda incrementar la conciencia y/o provocar un cambio hacia una autogestión más constructiva).
Y tercero, los que nos muestran personajes que desarrollan la emoción opuesta, para invitar a abrir la mente.”
Además de los expertos que ya han aparecido en el texto, también han sugerido títulos Ramón Bayés, profesor emérito de la Universitat Autònoma de Barcelona y miembro fundador de la Societat Catalano-Balear de Cures Pal·liatives, y Carlos Rey, psicólogo y psicoanalista.

MÚSICA A MEDIDA
“Al conectar con una canción que corresponda con el estado emocional de la persona puede haber un desbloqueo emocional que ayude a comprender mejor la situación y hacer un trabajo personal a partir de aquí”, explica Egoitz Urbe. Si la persona tiene problemas para conectarse emocionalmente o esta conexión le sobrepasa es importante un acompañamiento profesional por un terapeuta cualificado. Este experto comenta que para cambiar de un estado de ánimo negativo a uno más positivo, es necesario primero conectar con el estado de ánimo actual y tener estrategias para el cambio. “A veces basta con dedicarnos un espacio para nosotros mismos, otras necesitamos recurrir a personas cercanas y otras se hace necesario ayuda profesional. Para utilizar la música para beneficio propio de manera consciente es imprescindible identificar el estado de ánimo en el que uno se encuentra y buscar una música y/o canción que nos ayude a conectar con la emoción”. También advierte que una receta musical se aleja de cualquier ámbito terapéutico, ya que no se crea una relación terapéutica dentro de un encuadre seguro que resulta básico para cualquier intervención. “Es importante dejar claro que escuchar una canción determinada para un objetivo concreto se aleja categóricamente de la utilización terapéutica de la música y por tanto de la musicoterapia”.
Dicho esto, Egoitz Urbe invita a los lectores a realizar su propio historial musical y ofrece ciertas pautas para que cada uno pueda hacer consciente la importancia de ciertas canciones en la vida de cada uno. Son precisamente estas canciones de su propio historial musical las que podrán tener un efecto determinado en cada uno. Generalmente se puede conectar con una canción concreta por el contenido de la letra, por dinámicas dentro de la canción, por la melodía y la armonía. Este es el cuestionario musical para reconocer músicas y melodías más relevantes para el cambio a través de una escucha activa.
Una canción/música que me recuerde:
  • a mi madre o padre
  • mi infancia
  • a una amistad perdida sin despedida
  • momentos concretos y especiales de mi vida

Una canción/música que me:
  • active
  • dé energía
  • relaje
  • transmita paz
  • alimente la esperanza
  • despierte ganas de luchar


GUÍA CULTURAL-EMOCIONAL
INSEGUROS, DUBITATIVOS, DESCONFIADOS, MIEDOSOS
Música
Canciones con cierto grado de estructura y que vayan aumentando en intensidad. Letras que ayuden a conectar con uno mismo.
  • Father and son. Rod Stewart. La profundidad y la transparencia de la letra invita a pensar en la adversidad como un obstáculo que ha de superarse.
  • Sin ti no soy nada. Amaral, La letra y la interpretación nos pueden conectar con nuestra propia fragilidad y dependencia.
  • Yo vengo a ofrecer mi corazón. Mercedes Sosa, Melodía sencilla, letra que reconforta y puede aportar otra visión a ese momento.
  • Oh fortuna. Carmina Burana. Carl Off. Puede ofrecer estructura, energía, aplomo y seguridad.
  • Everything’s alright. (Jesus Christ Superstar) Andrew Lloyd Webber.La letra puede infundir confianza, ternura y cuidado.
  • Don’t worry be happy. Bobby McFerrin. Interesante combinación entre letra y melodía para llevar a otro estado más positivo y relativista.


Películas
  • Intocable. Nakache/Toledano, 2011. Comedia humana que trata la discapacidad y las limitaciones de forma desacomplejada.
  • Borrón y cuenta nueva. Mick Jackson, 1994. La memoria no existe para el protagonista. Se tiene que recrear cada día e ir hilvanando su vida a partir de lo que es capaz de registrar. Mayor ejemplo de inseguridad, casi imposible. Y, cómo no, la historia se resuelve con ayuda de otros y la propia participación con confianza.
  • El discurso del rey. Tom Hooper, 2010. El duque Alberto de Cork convertido en rey, padece cada vez que tiene que dar un discurso. Su tartamudez le llena de inseguridad. Proceso de superación, acompañado de los dos grandes pilares (un logopeda poco ortodoxo y su esposa). 


Libros
  • Ali el magnífico. Paul Smaïl. Aventuras y desventuras de un joven francés de origen magrebí.
  • Siddharta. Hermann Hesse. Antídoto para las personas inseguras, que idealizan a los otros. Cada uno tiene su camino y es importante fomentar el propio criterio, con sus aciertos y errores.
  • It. Stephen King. Una novela del autor especializado en terror. Para afrontar las inseguridades y los miedos más profundos desde las propias limitaciones.
  • La fuerza del optimismo. Luis Rojas Marcos. A ratos novela, a ratos ensayo, el autor combina la ciencia con la reflexión.


PÉRDIDAS, DUELOS, MAL DE AMORES, DEPENDENCIAS 
Música
Armonías y melodías basadas en escalas menores. Letras que ayuden a sentir el dolor y la pérdida.
  • Chuva. Mariza. La interpretación, melodía y armonía en tonos menores pueden ayudar a conectar con la pérdida.
  • Color esperanza. Diego Torres. La letra invita a reconocer el estado inicial e incita al cambio. La melodía es sencilla y va subiendo añadiendo color.
  • Te dejé marchar. Luz Casal. Puede ayudar a desbloquear y llorar la pérdida, pero con sensación de haber tenido un grado de responsabilidad.


Películas
  • El fin es mi principio. Jo Baier, 2010. Confesiones a su hijo sobre la vida de corresponsal de prensa en la última etapa de su vida. Los apegos y desapegos de la vida.
  • El rey pescador. Terry Gilliam, 1991. Varios personajes que rozan la locura. Uno por la pérdida de su mujer a tiros por un demente. Otro por la pérdida de su estatus social y profesional a quien se responsabiliza de los actos del demente homicida.
  • Million dollar baby. Clint Eastwood, 2004. Los protagonistas escarban en los sentimientos más profundos desprovistos de convencionalismos y normas.
  • Always. Steven Spielberg, 1989. Con algunas notas de humor, trata el tema de la muerte temprana de la pareja con delicadeza y sensibilidad.


Libros 
  • Una pena en observación C.S. Lewis. El escritor escribió este libro tras la muerte de su pareja. Todo el proceso de duelo y su superación.
  • Paula. Isabel Allende. Es recomendable su lectura cuando se está viviendo un proceso de duelo. Allende escribió este libro cuando su hija murió.
  • La muerte, un amanecer. Elisabeth Kübler-Ross. Un clásico del acompañamiento en la pérdida de un ser querido.
  • Ámame para que me pueda ir. Jaume Soler y Mercè Conangla. El arte de acompañar a los hijos en el proceso de convertirse en personas. Los autores proponen un difícil ejercicio de desapego.
  • Mal de amores. Ángeles Mastretta. En formato de novela, la autora cuenta la vida de Emilia, la protagonista y de los dos grandes amores de su vida, Daniel y Antonio, que tejen dos relaciones tan distintas como lo son los dos hombres.


PASIVOS, PEREZOSOS, APÁTICOS 
Música
Piezas que conecten con la tranquilidad pero que vayan aumentando en intensidad rítmica.
  • Enigma variations: nimrod. Bournemouth Symphony orchestra. Comienzo suave y lento que va subiendo de timbre e intensidad. Las dinámicas invitan al cambio.
  • Con viento a favor. Rosana. Por la letra y la melodía. El estilo musical puede impulsar a la acción. La letra ofrece otra mirada.
  • Heaven on their minds. (Jesus Christ Superstar). Andrew Lloyd Webber. Tiene mucha energía e invita al movimiento y a la acción.


Películas
  • Cadena perpetua. Frank Darabont, 1994. Lo que parece pasividad o apatía ante una injusticia puede convertirse en una estrategia para cambiar la situación.
  • Mensajero del futuro. Kevin Costner, 1997. Pequeñas decisiones, aunque sean tomadas por supervivencia, pueden tener la capacidad de renovar las esperanzas perdidas.
  • Cadena de favores. Mimi Leder, 2000. Un niño pone en práctica un curioso sistema para mejorar el mundo a partir de una pequeña acción aparentemente insignificante.
  • Family man. Brett Ratner, 2000. El protagonista se ve sometido a una situación (una álter vida) que no elige pero que tiene elementos tradicionales que le hacen olvidar su rutina anterior, para integrar lo que conlleva salir de las propias apetencias y deseos, para entregarse a las necesidades de los seres queridos.


Libros
  • El médico. Noah Gordon. La importancia de la perseverancia cuando se quiere conseguir algo. Potencia la autoestima y la curiosidad en la interrelación con los demás.
  • Un ángel en mi mesa. Janet Frame. Autobiográfica. Una celebración del poder de la imaginación
  • El haragán. Tomás Salvador. La incapacidad del protagonista de implicarse en los asuntos que le rodean, incluso en situaciones personales muy graves en las que es incapaz de activarse y actuar.


RABIOSOS, AGRESIVOS, IRRITABLES, RENCOROSOS  
Música
Músicas que ayuden a sentir  y canalizar el enfado.
  • Desaparece. El canto del loco. Estilo musical enérgico con una letra que expresa rabia.
  • Cry baby. Janis Joplin. Por los gritos de rabia y su combinación con estados de calma que vuelve a subir de intensidad hasta acabar en catarsis.


Películas
  • Blueberry. Jan Kounen, 2004. Basado en un cómic de Jean-Michel Charlier y Jean Giraud. El protagonista es un sherif, educado por los indios, que media entre los nativos y los blancos. Su rabia nace de unos recuerdos que su memoria esquiva.
  • Elektra. Rob Bowman, 2005. El camino de la agresividad de una ninja mercenaria en proceso de transformación.


Libros
  • El buda y el terrorista. Satish Kumar. Un relato casi poético para descubrir y gestionar la violencia interna y el miedo proyectados en los demás.
  • La ira, el dominio del fuego interior. Thich Nhat Hanh. Aborda la gestión de la ira. En lugar de rechazarla, el autor propone abrazarla y cuidarla como una parte más de nosotros y ofrece herramientas para apagar las llamas en forma de meditaciones guiadas sencillas.


IMPULSIVOS, EXALTADOS, IMPACIENTES 
Música
Composiciones con una base rítmica clara.
  • Claro de luna. Debussy. Sólo piano. La cadencia lleva al relax, melodía interesante.
  • Dança da solidão. Marisa Monte y Paulinho da Viola. Por su letra y melodía, muy sencilla. Acompaña estados de exaltación, para bajarlos un poco.


Películas
  • Trumbsucker. Mike Mills, 2005. Una divertida comedia a favor de las personas exaltadas e impacientes.
  • El guerrero pacífico. Victor Salva, 2006. La impaciencia y la impulsividad de un adolescente se convierten en combustible de aprendizaje sobre cómo abordar las expectativas.
  • Atrapado en el tiempo. Harold Ramis, 1993. El protagonista revive las mismas circunstancias cada día, en las que tiene la oportunidad de verificar las consecuencias de su impulsividad.


Libros
  • El hombre que quería ser culpable. Henrik Stangerup. Una novela reflexiva para canalizar la impulsividad de forma renovadora y creativa.
  • Lo malo de lo bueno. Paul Watzlawick. Este autor combina la ironía con la seriedad. Desarrolla la manera de actuar de las personas impulsivas e impacientes cuando han de resolver un problema.


TRISTES, NOSTÁLGICOS, MELANCÓLICOS 
Música
Melodías con armonías menores para conectar con el estado de ánimo.
  • Someone like you. Adele. Fuerza de la voz, dinámica de la melodía y armonía.
  • Adagio en sol menor. Tomaso Albinoni. La escala menor invita a conectarse con la tristeza.
  • Entre mis recuerdos. Luz Casal. La letra muestra nostalgia de tiempos más fáciles.
  • God bless the child. Billie Holiday. Para acompañar la tristeza.


Películas
  • La vida secreta de las palabras. Isabel Coixet 2005. El peso del pasado de los dos protagonistas tiñe su incipiente relación, llena de matices, descubrimientos y superaciones.
  • La vida de Brian. Terry Jones, 1979. Locos equívocos de la mano de los Monty Phyton. Comedia desmadrada y sarcástica con una canción final que extirpa el desconsuelo.
  • Olvídate de mí. Michel Gondroy, 2004.  La tristeza y la nostalgia también tienen su razón de ser. Una invitación a sumergirse en las interioridades desde donde se esté.
  • Un buda. Diego Rafecas, 2005. En ocasiones la espiritualidad y su polaridad, el ateísmo, son una huida del desconsuelo. Pero se pueden tender puentes que unen lo aparentemente irreconciliable.
  • No te mueras sin decirme adónde vas. Eliseo Subiela, 1995. Una película enmarcada en el género del realismo mágico en la que el protagonista, inmerso en una melancolía indescriptible, inventa una máquina que registra y visualiza los sueños.


Libros
  • Esa visible oscuridad. William Styron. Un paseo por el infierno de la melancolía y de la tristeza devenida depresión, desde una distancia que casi se podría decir reconfortante.
  • Bajo el signo de Marte. Fritz Zorn. Reflexiones sobre las máscaras de la vida de un joven autor de 32 años, enfermo de un cáncer terminal.

ESTRESADOS, ANSIOSOS 
Música
Tempo lentos y melodías simples y claras.
  • Bohemian Rhapsody. Queen. Interesantes y evidentes cambios de estilo con los que poder conectar. Después de varios estilos de diferentes intensidades acaba de una manera lenta y sosegada.
  • Grey Owl’s Lodge. Phil Thornton. Música relajante, acompañando la respiración.


Películas
  • The game. David Fincher, 1997. Puede ser que el estrés requiera de más estrés para meterse en un lío fenomenal y darse cuenta de qué importa en la vida.
  • El pez gordo. John Swanbeck, 2000. Con formato prácticamente teatral, los tres protagonistas ponen sobre la mesa la ansiedad por conquistar objetivos y su sentido o sinsentido.
  • Las invasiones bárbaras. Denys Arcand, 2003. La ansiedad por aferrarse a la vida desaparece cuando padre e hijo confiesan sus avatares por la existencia ante la enfermedad terminal del padre.


Libros
  • El principito. Antoine de Saint-Exupéry. Para no olvidar lo esencial de esta vida y aprender a relativizar las obsesiones
  • El perfume. Patrick Süskind. Obra literaria llevada también a la gran pantalla. La obsesión del protagonista de este relato por obtener fragancias cada vez más y más poderosas, le sitúa en un estado de permanente ansiedad y desasosiego con consecuencias letales.

1 comentari:

  1. Y Jimi Hendrix? a mi me levanta los dias bajos de una manera espectacular! o los Who...

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