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divendres, 8 de novembre del 2013

Se puede pellizcar la felicidad hasta con la crisis. Mario Alonso Puig.

Llegar a ser feliz, alcanzar la plenitud es la meta que persigue todo ser humano, pero se hace más cuesta arriba en tiempos de crisis; aún así, la felicidad se puede pellizcar y de ello da buena cuenta el médico y coach Mario Alonso Puig, ganador del Premio Espasa 2013, por "El cociente agallas".
Es un libro que es un viaje al interior del ser humano, donde habita esa "felicidad y plenitud", según señala el autor en una entrevista a Efe, que todos pueden alcanzar cambiando algunas claves de su vida, adentrándose en su propio potencial como persona y saliendo de la zona de confort, conocida y familiar. Pero para ese cambio de vida hacen falta agallas, coraje y, en definitiva, disposición para ser "más feliz".
 (P).-En estos tiempos de crisis son muchas las personas que tienen que "reinvertarse", cambiar de trabajo, ¿sería necesario o conveniente que fuera acompañado de un cambio de actitud ante la vida?
(R).- Por actitud entendemos cómo una persona se posiciona frente a sus circunstancias, frente a los distintos desafíos a los que se enfrenta en su vida. Si ante una determinada situación incómoda, esa persona la evalúa como desfavorable, va a ofrecer una enorme resistencia que se va a manifestar en un intento de negarla o de rechazarla. Es entonces cuando se generan emociones del tipo de la ira, la frustración, el resentimiento o la desesperanza. Estos estados emocionales o estados de ánimo se asocian a unos cambios muy profundos en el funcionamiento del cerebro. Hoy se sabe que estos estados emocionales tóxicos, sostenidos en el tiempo, reducen la inteligencia, la creatividad y la capacidad para aprender. No parece pues que ello ayude a encontrar un camino para hacer frente con éxito a los desafíos.

(P).- ¿Cómo lo puede hacer? ¿Cómo puede acercarse a lo nuevo, explorar y ver ese cambio como una oportunidad para progresar?
(R).- La vida muchas veces no nos da lo que queremos, sino lo que necesitamos. Esto es con frecuencia muy difícil de aceptar, porque casi todos tenemos una idea "muy clara" de lo que necesitamos. Considero que la clave para acercarse a lo nuevo es tener la humildad de reconocer que no se sabe y avivar el deseo de descubrir y aprender. Que las cosas no salgan como ahora queremos, no quiere decir que no puedan acabar saliendo mejor de lo que nos imaginamos.

(P).- ¿También sería conveniente para las personas desempleadas, en esta época de crisis, que cambiarán de vida? ¿Que le diría a un parado para que se sintiera feliz y en plenitud? ¿De dónde puede sacar ese cociente agallas?
(R).- Ser ambicioso no es opuesto a ser realista. Quien ha perdido su puesto de trabajo sin haber hecho absolutamente nada para merecerlo, con frecuencia tiene que atravesar lo que se llama un proceso de duelo y que transcurre en distintas etapas, que suelen aparecer de forma sucesiva o a veces combinadas: shock, negación, ira, miedo, tristeza, aceptación, serenidad, alegría. Hay personas que son más resistentes y en las cuales, el proceso de duelo dura menos y se recuperan antes. Otras han de transitar por procesos más largos. Todas sin excepción, se benefician de cualquier apoyo que les de el sostén necesario en esos difíciles momentos. Una vez transitado ese periodo de duelo y comprendido que lo que define su valor como persona no es que tenga o no tenga trabajo, ha de emprender un caminar en el que explore facetas profesionales que a lo mejor no había explorado jamás. La reinvención profesional puede ser en algunos contextos la mejor opción de las existentes. Todo este proceso requiere "agallas", coraje, determinación, confianza a la hora de explorar esas nuevas opciones y también a la hora de pedir ayuda y de dejarse ayudar cuando se necesite.

(P).- Pero ¿tenemos tiempo en esta sociedad tan frenética y acelerada para pararnos a pensar en qué podemos llegar a la plenitud y la felicidad explorando en nuestro interior?
(R).- Quien no gestiona su tiempo, tampoco gestiona su vida. Decir no a algunas cosas es imprescindible para poder decir sí a otras. Nosotros no tenemos un problema de tiempo, sino de gestión de prioridades. Si queremos que todo sea una prioridad, entonces nada es una prioridad. Ser felices y favorecer que otros lo sean no es fácil e implica abrazar una serie de inseguridades y de incomodidades. Por eso es más fácil dejarse llevar que tomar más protagonismo en la propia vida.

(P).-¿Cuándo uno tiene que pararse y decidir dar el paso de cambiar de vida?
(R).- Cuando note en su interior esa llamada sutil que invita a dejar lo conocido y adentrarse en lo desconocido. Esa llamada se produce en todos nosotros. Muchas personas están demasiado ocupadas como para percibirla y otras demasiado asustadas como para seguirla. Sin embargo esa llamada lo que nos muestra es el camino que hemos de seguir para que nuestra vida tenga un verdadero sentido, para que afloremos nuestro verdadero potencial y alcancemos la plenitud.

(P).- Para dar ese paso, es importante la voluntad, pero ¿cómo se puede ganar fuerza de voluntad?
(R).- Yo creo que la voluntad sin una motivación potente es totalmente insuficiente. Primero necesitamos encontrar algo que de verdad nos inspire y nos mueva en una dirección en la que maduremos como personas y como profesionales. Luego necesitamos disciplina para mantenernos en el camino cuando el andar sea difícil. Es ahí cuando la voluntad juega su principal papel. La voluntad se ejercita haciendo pequeños actos de voluntad. No es necesario ser grande para empezar, pero sí es imprescindible empezar para ser grande.

(P).- Y ¿en qué medida pesa el ser optimista y pesimista?
(R).-Decía Winston Churchill: "Un pesimista ve un problema en cada oportunidad y un optimista ve una oportunidad en cada problema"

(P).-¿Qué variables intervienen para que una persona sea positiva o negativa?
(R).- Hay un elemento genético clarísimo que depende de si la zona del cerebro dominante es la prefrontal derecha o la izquierda. Si predomina la derecha, la persona tenderá a ver el vaso medio vacío. Si predomina la izquierda tenderá a verlo medio lleno. Sin embargo, hay otro elemento que es la fuerza del carácter, el "Cociente Agallas", es decir la manera en la que una persona a través de la ilusión, la motivación, la determinación, la persistencia y la paciencia van transformando su microarquitectura cerebral y la expresión de sus genes para convertirse en una persona más entusiasta, serena y capaz.

(P).-¿Cómo una persona puede pasar de ver el vaso medio vacío a medio lleno? ¿Cómo se puede entrenar y cultivar para superarse?

(R).- Sonriendo más, utilizando palabras positivas, enfocándose en lo que está bien y en la manera de mejorar lo que está mal, practicando ejercicio físico, generando relaciones de encuentro con los demás, durmiendo entre siete y ocho horas al día, aprendiendo a meditar, cuidando la alimentación, siendo generoso y buscando como contribuir para ayudar a otras personas para que ellas también puedan mejorar sus vidas.

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