La
autoestima es el aprecio que te tienes a ti mismo, la satisfacción y el orgullo
que sientes al tener noción clara de tu propio valor.
Tu primera obligación es amarte, porque si no eres bueno
amándote, tendrás dificultades para amar a alguien más. El hombre que no se
valora a si mismo, no puede valorar nada y a nadie.
No busques permanentemente la aprobación de los
demás a lo que haces. La gente que desea más aprobación hace mucho menos que la
gente que no la necesita. Y recuerda que nada construye tanto la autoestima y el autoconcepto como
los logros.
La autoestima es tan importante para nuestro
bienestar como las piernas para una mesa. Es esencial para la salud física y
mental y para la felicidad.
La autoestima viene de lo que tú piensas de ti mismo, no de lo que
piensan los demás de ti. Así que todo ese poco valor que te das, si
es el caso, es un pensamiento que se genera exclusivamente en tu mente y que
nada tiene que ver con la realidad.
Por último, mide tu vida no en lo que has
conquistado u obtenido en relación a otros, sino en las sonrisas que has provocado, la
felicidad que has creado, la cantidad de gente a la que has sido capaz de
ayudar con tu apoyo o tus consejos... y deja el atesorar cosas
materiales a los pobres de alma que tienen que colmar con algo su vacío
espiritual...
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